Nacido y crecido en Ljubljana, Eslovenia, fue allí donde Matjaž Tančic empezó a hacer fotos. Después de algún tiempo comenzó a estudiar en Londres y se graduó con un proyecto de fotgrafía en 3D. Gracias a ese enfoque fue invitado al mayor proyecto de foto en 3D de China, en Pekín. «Me enamoré de China. Todo el mundo sabe que es como el país del futuro y por eso decidí quedarme». Y allí sigue.
Sigue con las imágenes en 3D para clientes que van desde programas de TV a la revista Playboy. «Siempre me gustó experimentar con la fotografía. Primero lo hice con la luz y la exposición, después con la foto submarina y tras eso con la fotografía en 3D. Por eso también comencé con los GIF, por seguir avanzando», declara.
Considera la creación de GIF como, de momento, un proyecto paralelo con el que divertirse. «Fui a hacer un reportaje sobre Ai Weiwei y, al final, le pedí si podíamos hacer un GIF. Sé que a él le gusta todo lo nuevo en torno al mundo digital, así que lo hicimos», cuenta el esloveno. Admite que se lo pasó tan bien que se ha visto obligado a seguir con ello.
Así es como utiliza el movimiento para resaltar detalles en fotos de moda que, de otra manera, apoyándose en la fotografía estática tradicional, pasarían desapercibidos. El resultado es a veces inquietante y casi siempre sorprendente. Tančic maneja el tempo de la animación con parsimonia y es capaz de crear expectación por lo que va a ocurrir en muy poco intervalo de tiempo.
El fotógrafo establece sus objetivos en lugares cercanos. De momento, solo quiere ampliar su portfolio con estas animaciones y mostrar lo que es capaz de hacer. Trata de buscar una salida comercial a este nuevo camino que ha emprendido. De momento, casi recién regresado de Corea del Norte, tiene pensado crear un sitio web para contar lo que vio allí. Por supuesto, incluirá GIF. Veremos si el tiempo, que allí parece detenido, comienza a moverse en estas pequeñas cápsulas de animación.
Matjaž Tančic cree que la irrupción de apps como Vine, que acostumbran al usuario a una narrativa más concisa y contenida, tienen buena parte de la culpa de que los GIF se perciban como un recurso creativo válido. «Además, creo que pueden ayudar a que los medios, en formato digital, sean mejor percibidos por los lectores. La imágenes móviles aportan algo que no hay en papel», señala.
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